Todo el mundo sabe que la contaminación atmosférica es perjudicial para la salud, pero ¿realmente sabemos hasta qué punto?
El hospital Sant Joan de Déu detectó un aumento de ingresos de menores en la UCI tras varios episodios de contaminación en Barcelona. Este hecho los llevó a realizar un estudio sobre este hecho. Los datos recogidos durante la investigación conforman el informe El ambiente y su impacto en la salud maternoinfantil. ¿A qué nos enfrentamos?, realizado junto con ISGlobal y con la colaboración de María Neira, directora de Salud Pública y Medio Ambiente de la OMS.
Algunas de las conclusiones de este informe arrojan datos tan estremecedores. Entre ellos, que más de una cuarta parte de las muertes entre menores de 5 años en el mundo son causadas por la contaminación ambiental. También se desvela que el 85% de los menores actuales sufrirán en un futuro la carga de enfermedades atribuidas al cambio climático. Los más perjudicados son aquellos que hayan nacido en el seno de una familia de renta media o baja. Otro dato a destacar es que tan solo el 10% de los menores visitan el parque cada día. Y solo el 20% solo sale ocasionalmente a jugar a la calle, actividad que resulta muy beneficiosa para evitar enfermedades como la neumonía.
Pero es que, según se ha podido comprobar, los daños ambientales se sufren incluso durante la gestación. En el análisis de varias placentas, han podido encontrar trazas de nicotina y polución ambiental, afectando al desarrollo del feto.
Para paliar estos hechos, los expertos han solicitado diversas intervenciones en las escuelas con el fin de garantizar la calidad del aire dentro de las aulas. Fuera de ellas, recomiendan un mayor número de árboles y vegetación en zonas infantiles para reducir la contaminación del aire y el ruido en estas áreas. Además, la presencia de árboles no solo mejora la calidad del aire, sino que también puede evitar otro tipo de trastornos, como el Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH).
Contaminación y TDAH
Un estudio publicado en Environment International, liderado por Matilda van den Bosch, investigadora del Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal), ha contrastado con datos de 37.000 niños y niñas de Vancouver (Canadá) que las desigualdades ambientales pueden influenciar hasta un 62% en el desarrollo de TDAH en los menores. De esta manera, los menores que se encuentran en zonas con mayor contaminación y menor cantidad de zonas verdes.
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